Domos, Bungalows y Cabañas: El Auge de las Construcciones en Madera que Transforman el Turismo
El turismo sustentable ha dejado de ser una promesa futura. En Argentina, como en muchas partes del mundo, se multiplican las experiencias que combinan confort, bajo impacto ambiental y arquitectura alternativa. En este contexto, las construcciones en madera —domos, tipis, cabañas y bungalows— se consolidan como protagonistas de una tendencia que une desarrollo turístico con criterios ecológicos.
La Cámara de la Madera (CADAMDA) y otros referentes del sector destacan el creciente uso de este tipo de infraestructura en zonas rurales, sierras y regiones de alta montaña. La clave de su éxito radica en su bajo costo relativo, rápida ejecución y alta aceptación entre un público que prioriza la desconexión y la armonía con el entorno natural.

El Auge de los Domos y Estructuras Alternativas
Según Daniel Vier, presidente de CADAMDA, el auge de los domos geodésicos y estructuras similares responde a una combinación de factores globales y locales. Desde el interés por experiencias al aire libre, hasta el impulso del glamping y las redes sociales, que transforman estos alojamientos en piezas de marketing visual muy eficaces.
Los domos, con su forma semiesférica y estructura resistente, ofrecen eficiencia térmica, estética distintiva y tiempos de montaje reducidos. Su implementación se ha extendido en destinos turísticos como Bariloche, El Bolsón, San Martín de los Andes, y la Quebrada de Humahuaca, entre otros.
El turismo post pandemia ha acelerado esta transformación. Emprendedores y desarrolladores optan por formatos que evitan grandes aglomeraciones y permiten una operación modular, ajustándose a presupuestos intermedios. Además, algunas normativas provinciales favorecen la instalación de domos frente a obras tradicionales, reduciendo requisitos de habilitación y acortando plazos.
Costos y Formatos de Construcción
El costo de construir un domo básico en Argentina ronda los u$s400 por metro cuadrado, mientras que una versión equipada con baño, aislación y mobiliario puede alcanzar los u$s800 por m². En promedio, una unidad de 30 m² lista para operar tiene un costo total de entre u$s15.000 y u$s21.000.
Las cabañas de madera, más tradicionales y versátiles, requieren entre u$s800 y u$s1.500 por m², dependiendo del diseño y las terminaciones. Por ejemplo, una unidad turística de 50 m² equipada para recibir huéspedes cuesta entre u$s40.000 y u$s70.000 llave en mano.
Las tiny houses o casas modulares de madera, muy utilizadas en glampings premium, se encuentran en un rango de entre u$s1.000 y u$s1.300 por m². Generalmente tienen entre 18 y 35 m² y suelen entregarse montadas sobre trailers.
Materiales Utilizados en la Construcción
Para garantizar eficiencia energética y durabilidad, las construcciones turísticas de madera utilizan especies como pino elliottis y eucalipto grandis, entre otras. Estos materiales son económicos y fáciles de trabajar, lo que contribuye a un proceso constructivo más eficiente y respetuoso con el medio ambiente.
La madera no solo es un material sustentable, sino que también captura y almacena carbono, reduciendo la huella ambiental. Daniel Lassalle, gerente de CADAMDA, destaca que la madera es elegida tanto en complejos turísticos como en viviendas urbanas por su estética y eficiencia.
Características Distintivas de Cada Formato
Los domos geodésicos se caracterizan por su forma semiesférica, óptima distribución térmica y resistencia estructural, siendo ideales para el turismo espiritual y glampings. Los tipis, inspirados en viviendas indígenas, ofrecen un fuerte atractivo lúdico, especialmente para niños. Las cabañas proporcionan una estética clásica y gran capacidad de aislamiento térmico, mientras que los bungalows son unidades compactas que permiten una distribución eficiente en lotes turísticos.
Expansión y Futuro de las Construcciones en Madera
El fenómeno de las construcciones en madera no solo se limita a Argentina. Países como Canadá, Noruega y Japón impulsan este modelo por su aporte al desarrollo sostenible. La combinación de recursos forestales en Argentina, destinos turísticos de calidad y una demanda que valora la conexión con la naturaleza abre oportunidades concretas para escalar este modelo.
Con el marco normativo adecuado y apoyo técnico, las construcciones en madera pueden convertirse en un vector estratégico del turismo del futuro, alineándose con las nuevas demandas globales. Este cambio de mentalidad entre turistas e inversores apunta hacia un futuro más sustentable y eficiente.